miércoles, 28 de diciembre de 2011

Paseo por Las Eras con raquetas

En Junio de 2010, casa baretón realizó una propuesta formal, "Raquetas en las Eras", a la Oficina del Desarrollo Socioeconómico de los Espacios Protegidos de la Jacetania. Se trataba de realizar, a través de limpieza de caminos y trochas, una red de itinerarios propicios para la realización de paseos con raquetas, además de los otros múltiples usos que se le pueden dar, para completar los objetivos descritos en la propuesta. También la hicimos llegar al Ayuntamiento de Ansó, igualmente de manera formal, e intentamos darla a conocer a todas las asociaciones, clubes de montaña y empresas relacionadas con actividad en montaña, de Ansó y alrededores.
La respuesta fue dispar. Frente a la indiferencia de asociaciones e instituciones locales, apareció el interés por conocer la propuesta en clubes de montaña, empresas de actividades de montaña y asociaciones de localidades vecinas y no tan vecinas.
A destacar también, el interés suscitado en empresas de trabajos forestales y de ayuntamientos de localidades de otras comunidades autónomas, que nos solicitan crear algo similar para dinamizar los montes de su zona.
En octubre de este año que acaba, la Gerencia del Parque Natural de los Valles Occidentales decidió ejecutar parte de la propuesta, permitiendo así poder disfrutar de varios recorridos por el Paco de Las Eras.

El invierno pasado, con Pablo como compañero, ya disfrutamos de estos recorridos aprovechando días de nevada que no permitían disfrutar del monte con los esquís, por seguridad.



El recorrido realizado discurre por antiguas trochas de saca de madera. Se trata de un bosque joven, en total regeneración. La orientación del Paco de Las Eras permite una innivación duradera a lo largo de gran parte del invierno. 



Las trochas que se han limpiado permiten realizar varios bucles, con los que se pueden lograr hasta cinco recorridos, incluyendo uno para los más pequeños, de muy baja dificultad y poca distancia. El recorrido más largo suma unos cinco kilómetros, la dificultad es mínima, salvo en condiciones meteorológicas muy adversas con ventisca y hielo en zonas altas donde no tenemos la protección del bosque (se recomienda llevar siempre crampones). En las labores de adecuación de este circuito, se ha tenido en cuenta esta posibilidad y se ha trazado una alternativa que, permite hacer el recorrido largo, casi entero, sin salir al cerro pelado donde pueden aparecer las dificultades descritas, y disfrutar del abrigo del bosque.



Una vez en la zona más alta y pese a la adversa meteorología, la recompensa llega en forma de almuerzo que, como siempre, en el monte sienta de maravilla. Las vistas nos ofrecen las posibilidades abiertas para continuar con un paseo más largo.



Cuando acabamos el almuerzo nos preparamos para completar el circuito en su bajada hasta la carretera, parece que el tiempo nos da una tregua, ha parado de nevusquear.



Volviendo la vista atrás, entre el tímido sol que aparece, obsevamos la huella que hemos dejado en la nieve,...menos mal que somos solo dos.



Continuamos con la bajada, comentando el día de monte tan bien aprovechado, ya que el día no prometía, pero lo hemos salvado con otra actividad, que permite disfrutar de la calma de una nevada en un paraje espectacular.



Completando el recorrido, deseamos que se retome la propuesta y se completen los trabajos a realizar. Éstos permitirán enlazar la zona, tanto con Zuriza, como con Gamueta y así quedará completada la posibilidad de dar continuidad por monte entre Zuriza y Linza. Por otro lado recomendamos la señalización de la zona ya que se hace dificil el seguimiento del circuito para su cómodo disfrute.
 
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viernes, 23 de diciembre de 2011

Escalada en el Achar del Caballo

En el pasado mes de octubre la bonanza meteorológica no produjo setas, pero si permitió disfrutar de las tardes como si fuera primavera. De esta forma, Pablo encontró el "cado" perfecto para pasar las tardes, en el Achar del Caballo, escalando hasta que se nos echaba la noche encima.
El Achar del Caballo se encuentra en Linza, justo enfrente del refugio, con un acceso agradable, que permite un pequeño paseo por un buen hayedo salpicado de abetos. Es un marcado collado rocoso lo que permite diferenciar dos zonas, una al Este y otra al Oeste. Se trata de unas 25 vías en roca caliza donde predominan los lapiaces.




La orientación de las vías permite elegir, en función de la temperatura, si nos ponemos a la sombra o al sol.
Las longitudes de las vías oscilan entre los 8 metros y los 25, habiendo solo una de ellas de dos largos.




Los grados de las vías oscilan entre el III y el 6c, predominando los grados V y VI, permitiéndonos, con 12 cintas aproximadamente, completar todas. No obstante, recomendamos pasar, tanto por el Camping Zuriza como por el Refugio de Linza, para consultar las reseñas de las que disponen, ya que detallan perfectamente cada una de las vías y los materiales necesarios para cada una de ellas.






Uno de los días que allí estábamos pasó Jaime y me hizo todas estas fotografías. Muchas gracias por pasármelas y subir así, considerablemente, la calidad de la fotografía de este blog.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Barcal de Linza-Foya Manaté

A lo largo del mes de julio, cada vez que nos íbamos de excursión con Elia, teníamos que hacer la visita de rigor a un nido que habíamos encontrado cerca de la Borda Saletas. Observábamos los huevos que allí había con mucho cuidado, pero también con mucha atención. Estábamos poco rato porque este año la primera quincena de julio no destacó por las altas temperaturas y no queríamos que perdieran el calor necesario de la incubación.


A los quince días aproximadamente observamos como había nacido un pollo de los dos huevos. Nosotros veíamos a los papás incubando pero cuando nos acercábamos, se escapaban rápidamente y no nos daba tiempo a saber de que pájaro se trataba. Pedimos ayuda a Jaime que tiene mucha más experiencia con todo tipo de pajaricos, y nos dijo que era una curruca capirotada.


A los 20 días de seguimiento fuimos a ver que tal estaba, y para nuestra sorpresa nos encontramos el nido vacío y abandonado. Elia decidió que sus papás lo habrían llevado a otro sitio mejor porque ese estaba muy cerca de la carretera y le molestaría el paso de los coches. Jaime ya nos había comentado que era una puesta muy débil, ya que era algo tarde y podría tratarse de una segunda puesta. El final de todo fue el que Elia decidió.

Comentando lo que había pasado continuamos con la excursión prevista para ese día. Subiríamos con el coche hasta Linza y después, caminando, subiríamos en principio, a la Foya de los Ingenieros.


Elia subía sin perdida de tiempo, sabía que al final de la Foya de los Ingenieros, le esperan lo que ella llama sus "piedras escaladoras". Son las piedras donde los papas de Diego y Jorge echan sal a sus vacas, y a Elia le gusta mucho subirse a ellas porque dice que puede escalarlas sin cuerda ni nada.
Pasado el entretenimiento de las piedras escaladoras seguimos remontando hacia la derecha en busca de una caseta de montañeros, de chapa roja, que le he dicho que había, y donde podríamos merendar y mirar con sus prismáticos nuevos.



Con la caseta como objetivo, Elia se lanza hacia arriba por la fuerte pendiente. Cada vez que echa la vista atrás se autoanima diciendo que está más alta que nunca y que va llegar a merendar a una caseta de montañeros.



El refugio lo instaló una agrupación de montañeros y lo denominó Refugio de Acherito. Las instalaciones notan el paso del tiempo, pero lo podemos considerar apto para pernoctar y resguardarnos de un temporal.




Tras reponer fuerzas con una merienda de verdad, pan, chorizo, longaniza y queso, retomamos el paseo en dirección a la Foya Manaté. Hay que decirle a Elia que no es buena idea mirar con los prismáticos mientras se camina y que conviene pararse para mirar.




Para sorpresa de ambos, y después de tanto mirar con los prismáticos, Elia localiza un sarrio que se resguardaba entre los pinos del ambiente fresco impropio de finales de julio.
En vista de que comenzábamos la bajada, y como si ya hubiéramos cumplido con el tema de los prismáticos, Elia me pide que le lleve la mochila ya que si no, en la cuesta abajo, no puede correr bien. Acepto y empezamos la bajada hasta dar vista a la Foya Manaté.




Elia ha tenido suerte, ha encontrado unos lirios blancos o albinos que no son muy comunes y nos los enseña, también en el camino de bajada nos muestra los mojones o hitos que nos dicen que vamos por el camino correcto.
Todo es entretenimiento, las carreras ....


.....las caídas


Todavía tenemos que cruzar la Foya de los Ingenieros y el sol se nos va escondiendo. Aunque es julio y el día es largo, la hora avanza rápidamente. Cualquier excusa es buena para no ir hacia casa,... "papá, esta piedra no es escaladora porque es muy fácil subirla, pero es saltadora porque puedo saltar desde ella..."




"Elia, si llegamos pronto al refugio le pediremos a Patxi o a Santi un cola-cao. ¡Vale!, voy corriendo porque en el Refugio de Linza hacen el mejor cola-cao del mundo".
Elia les manda un abrazo a los dos, pero especialmente a Patxi y a su mamá, ya que las dos están ahora en su tierra, Argentina, y están un poco más lejos.




martes, 13 de diciembre de 2011

Linza-Cubilar de Romo-Sobrante-Foya de los ingenieros

El pasado mayo se celebraron las primeras fiestas de Linza. Ana y Patxi estaban entusiasmadas con el reto y lo transmitían. Toda la organización supone un gran esfuerzo, y al comentarme si podría preparar una salida al monte les dije que sí, cualquier cosa para ayudar a la gente que te trata tan bien y que te tiene en cuenta para ayudar.
Para mi también era un reto, quería que saliera bien. Había que tener muchas cosas en cuenta, y además me apetecía hacer algo diferente a una pateada sin más. Entre otras cosas, se trataba de entretener por el monte a un grupo que se predecía dispar, podía haber gente mayor, niños, jóvenes que, evidentemente estaban de fiestas, no se trataba de hacer una machacada, tampoco de hacer un rollo educativo que durmiera al personal y aburriera a los más pequeños,...
En realidad había que hacer un cóctel que gustara a todo el mundo y eso no era fácil.
Comencé preparando un pequeño panfleto, para que la gente que estaba el fin de semana en el refugio supiera en que iba a consistir la salida al monte.




Este panfleto nos serviría de guión para no divagar demasiado, ante la cantidad de posibilidades que nos ofrece la zona, con respecto a sus recursos naturales, y además nos permitiría salirnos de la rutina habitual de cualquier visita guiada que ofrezca cualquier empresa con objetivos medioambientales educativos.
Se trataba de plantear una serie de cuestiones e intentar aprender "todos de todos", teniendo el guión como moderador.

Más tarde que pronto nos pusimos a caminar, entrando por la trocha de la parte de atrás del refugio. Serían cerca de las once de la mañana, no había prisa y el sábado noche pesaba en parte de la expedición.


Después de cruzar un barranco y alcanzar un pequeño claro aterrazado, el Cubilar de Romo, hicimos la primera parada. Cogimos el guión que había preparado y empezamos a aprender todos.


Descubrimos que aquellas terrazas, en su día habían tenido un fin. Se creó un huerto semillero, del que, aprovechando su definición literal, descubrimos el porqué de su ubicación en ese lugar y no otro. Todo esto lo comentamos a la sombra de unas espectaculares hayas que rodean el cubilar.
También aprovechamos para ver la realidad de una señalización de madera para su aprovechamiento en la antigua serrería de Ansó. La no ejecución de la marcación nos permite ver los criterios seguidos, para la realización de los distintos tipos de aprovechamientos selvícolas, que se pueden hacer en un bosque.


Tras esta parada, nos ponemos en marcha hasta la caseta del sobrante de Linza, donde los que no salieron la noche anterior, ya piensan en reponer fuerzas.



Aquí, comentamos el descuido general de las casetas del monte, y el poco interés institucional de mantenerlas, así como el acoso vandálico que sufren.
También hablamos de la transformación del paisaje, como consecuencia de la disminución de la carga ganadera. Comentamos la disminución de las praderas, el aumento de los bosques y el embastecimiento del pasto.
Después de cruzar la ladera del Sobrante, bajamos hasta la foya de los ingenieros buscando la sombra, ya que el día era espectacular y el calor apretaba.


En esta sombra comentamos temas geomorfológicos, y debatimos sobre el origen de las "foyas", tan abundantes por la zona, haciendo hincapié en el paisaje kárstico que tanto nos rodea e influye.



Como último tema del día debatimos sobre los tejos bajo un ejemplar que preside la Foya de los Ingenieros, de sus poderes mágicos, de su longevidad, de su toxicidad,....


Al final, y con el aliciente que había creado la conversación del tejo nos animamos a descubrir unos tejos que hay cerca de la Foya de los ingenieros, que están catalogados por el Gobierno de Aragón, precisamente por su longevidad. Tras introducirnos en una zona en total regeneración y con una gran espesura, llegamos a los tremendos tejos catalogados, donde seguimos con una animada conversación.


A partir de allí, la bajada hacia el refugio fue sosegada, después de la intensidad del paseo. En el refugio nos esperaban las alubias, todos teníamos buena gana, ya que eran aproximadamente las dos de la tarde cuando empezábamos a comer.
Los comentarios que recibí fueron de lo más agradables. En ellos predominaba la sorpresa, ya que no se esperaban algo así, lo habían encontrado entretenido y diferente,...OBJETIVO CUMPLIDO!!!
Yo estaba contento, y aunque no hiciera falta, quería trasladar la felicidad al refugio de Linza por haber conseguido un éxito en sus primeras fiestas, y en especial a Ana y Patxi por el tesón en su realización.
Después de comer asistimos entretenidos a una espectacular tómbola que alargó la sobremesa hasta la tarde.
¡Esperamos que las fiestas del año que viene sean todavía mejores!, no sin antes agradecer a Kasilda de casa Alejos de Fago su apoyo, y el haberse convertido en reportera gráfica de la excursión, prestándonos todas sus fotos para ésta crónica.