viernes, 10 de febrero de 2012

Vuelta a Maz con esquís

Ayer amanecimos en Ansó con 14 grados bajo cero, pero el viento estaba en calma y el cielo despejado. Esto invitaba a hacer la primera travesía, en condiciones y por la zona, de este invierno. En los partes de nieve los riesgos de avalanchas existen por los vientos pasados y las temperaturas bajas. Decidimos mantenernos en cota baja y en zona segura como es Maz. En los mapas aparece como Txamantxoia, pero los de Ansó siempre le hemos llamado Maz y los del valle vecino del Roncal le llaman Maze.
Salimos de Linza sobre las once de la mañana, y empezamos a remontar por las hayas con el objetivo a la vista, incluso desde el aparcamiento de Linza.






El día prometía, nos habíamos juntado Castán, Gerardo, Jon, Pablo y el que escribe. En principio íbamos a subir desde Linza y una vez arriba y viendo sobre el terreno como estaba la bajada por la zona sur, por el tema de las acumulaciones de nieve venteada, decidiríamos dar la vuelta completa o bajar por donde habíamos subido. Esa decisión vendría más tarde y ahora tocaba disfrutar de la subida por un bosque espectacular.






Por el momento y subiendo, ibamos esquivando las hayas, ya veríamos en la bajada...
Saliendo del bosque las vistas son espectaculares, y enseguida vamos viendo las consecuencias del viento de estos días que ha barrido la nieve.




En vista de la escasez de nieve en la arista decidimos dar un pequeño rodeo por la derecha en busca de nieve. Al hacer esto, las vistas se amplían, es un día espectacular.




Antes de llegar a la cima, Castán y Pablo aguantan con los esquís puestos, pero Gerardo, su amigo Jon y yo decidimos calzarnos los crampones, para salvar la escasez y dureza de nieve provocada por las ventiscas. Una vez arriba, el aire, como siempre, se deja notar y decidimos aprovechar el ventisquero formado para resguardarnos un poco y dar buena cuenta de un trozo de jamón, y pan de higos, y chocolate, y cacahuetes, y...
 



Ahí se está a gusto pero en vista de la transformación que va sufriendo la nieve hemos decidido bajar por la cara sur y dar la vuelta completa. Es la mejor bajada que podemos hacer desde Maz, y la nieve esta vez nos lo va a permitir.



Pablo observa la pala por donde hemos bajado con una nieve muy buena, ahora solo nos queda bajar un escalón pendiente entre hayas, y después otro escalón entre pinos hasta llegar a las bordas navarras.



Salvado este primer escalón, paramos a quitarnos algo de ropa. Estamos resguardados del aire, y el esfuerzo en cada giro ha sido grande. Aquí la nieve había transformado y estaba algo pesada, pero la pendiente pronunciada favorecía los giros.




Pasado el escalón de los pinos, llegamos a las bordas. Aquí la nieve no había transformado tanto y su calidad polvo permitía esquivar los pinos con cierta facilidad.




Llaneamos un poco, para volver a poner las pieles. Tenemos que remontar hasta el collado de Maz, justo en el límite entre Ansó y Navarra. Volvemos a disfrutar de un foqueo por bosque con una nieve polvo que no es habitual encontrar por estas cotas.




Castán continúa abriendo huella, ya nos contará que tal le va este fin de semana en Panticosa, pero sin entrenar, está hecho un buen jabalí.


Tras llegar al collado de Maz, tomamos la pista y bajamos de nuevo hasta Linza, donde Castán nos hace esta foto. Hemos acertado plenamente con la decisión de ir a Maz, y hemos disfrutado del día, del monte, de la compañía,... y de la cerveza que nos ha puesto Beni en el refugio.