domingo, 26 de febrero de 2017

Paseo con raquetas por Linza, Ansó.

Ayer sábado salió un día espectacular. Había trabajo en casa y no pude aprovechar el día como me hubiese gustado, pero cuando toca..., toca.
Elia no madrugó y cuando estaba desayunando, se acordó que había un campeonato de mushing en Linza. Sin pensármelo mucho me ofrecí voluntario para llevarla a ver los perretes.




El hecho de no haber preparado las cosas, llevó a que cuando llegamos a Linza justo terminaba la carrera de los trineos tirados por perros. Elia se llevó un poco de chasco, pero nos dijeron que entonces comenzaba la prueba de canicros, y volvió a animarse.




Una de las cosas que mas le gustó fue ver como una cachorrilla que estaba aprendiendo decidió tumbarse a refrescarse con la nieve de la manera más natural posible, mientras su compañero de carrera le animaba a seguir. Al final consiguió convencer al animalillo y siguieron compitiendo como si nada.




Estando en Linza y con el día que hacía no era cuestión de desaprovechar la ocasión. Así que le propuse a Elia dar un paseo por el Sobrante y volver por la Foya de los Ingenieros. Aceptó y arrancamos.




Entre las muchas cosas que me contaba era que recordaba muy bien las excursiones en las que había subido a los diferentes picos que teníamos a la vista, La Paquiza, Maz, Mallo Lacherito, Ezcaurri, Petrachema, y me preguntaba cuándo iríamos a los que le faltaban.




También me recordaba que este año no le había subido con los esquís por el monte, como solemos hacer, y que hoy hubiese sido un buen día porque la nieve estaba muy buena. Me escudé como pude recordándole que hoy en principio solo veníamos a ver a los perros, rápidamente respondió que habíamos llegado tarde....ah!!.






Una autofoto y un poco de juego volvieron a cambiar la situación y los reproches pasaron a otro plano.




Empezamos a bajar por la pista de esquí de fondo, teniendo cuidado de evitar en lo posible pisar la huella. Rápidamente y en que pudimos, salimos monte a través entre las hayas, ya que además de evitar pisar la pista, es mucho más divertido.




Al llegar al barranco volvimos a coincidir con la pista, pero seguimos evitando en lo posible caminar por ella. No es difícil esquivarla, salvo en los puentes para pasar el barranco, y así se evita su deterioro. Todas las actividades en el medio natural son compatibles siempre que exista una actitud respetuosa entre los usuarios.




No solo me refiero con actividades en el medio natural a las deportivas o de ocio, soy de los que pienso que, con esa misma actitud respetuosa con los demás y con el medio, son compatibles actividades como aprovechamientos forestales, ganaderos, cinegéticos y los ya citados de ocio, deportivos y de uso público en general.




Al final pasamos una mañana entretenida, de improvisación, con un día espectacular y en un entorno preparado para disfrutar. Aún nos dio tiempo de tomar algo en el refugio y llegar a comer a casa. Es lo que tiene vivir en un lugar como Ansó.